LA COMPETITIVIDAD

La competitividad es un término que desde luego tiene muchos significados según el enfoque que le demos. Es evidente que desde el punto de vista de los niñ@s en Educación Física en Primaria es un término que el valor de la competición es fundamental para hacer que los niñ@s aprendan la simbología de ganar y perder, la capacidad de competir,de contender dos o más personas entre sí, aspirando unas y otras con empeño a una misma cosa, de manera que en un concurso, juego, deporte en que compiten dos o varios contendientes lleguen a un resultado. Y es esa emoción, ese concepto el que hace que los niñ@s deben, según los objetivos del bloque de contenidos número 5 "juegos y actividades deportivas":

Para 1er Ciclo
1.Reconocer y valorar las personas que participan en el juego. 
2.Comprender y cumplir las normas del juego.
3.Descubrir la cooperación y la oposición con relación a las reglas de juego. Aceptación de distintos roles en el juego.
4.Valorar el juego como medio de disfrute y de relación con los demás.
5.Confianza en las posibilidades y esfuerzo personal en los juegos.

Para 2º Ciclo
1.Respetar a las personas que participan y rechazar los comportamientos antisociales.
2.Comprender, aceptar y cumplir las normas del juego y tener una actitud responsable con relación a las estrategias establecidas.
3.El juego y deporte como elementos de la realidad social.
4.Descubrimiento de las estrategias básicas del juego relacionadas con la cooperación, oposición y la cooperación/oposición.
5.Participar en los juegos e iniciación a la práctica de actividades deportivas.
6.Valorar el juego como medio de disfrute, de relación y de empleo del tiempo de ocio y del esfuerzo en los juegos y actividades deportivas.

Para 3er Ciclo.
1.Valorar el esfuerzo personal y colectivo en los distintos tipos de juegos y actividades deportivas al margen de preferencias y prejuicios.
2.Aceptar y respetar las normas, reglas, estrategias y personas que participan en el juego. Elaboración y cumplimiento de un código de juego limpio.
3.El juego y deporte como fenómenos sociales y culturales.

Por tanto, según Fraile 2004, si pretendemos que la actividad deportiva escolar se convierta en un medio de transmisión de valores desde edades tempranas, debemos establecer una alternativa al modelo tradicional de competición, a través de un tipo de actividad física jugada, en la que no prime la búsqueda del resultado, estableciendo una práctica educativa que anime al educador a seguir un modelo de enseñanza activa; en la que el practicante desarrolle su autonomía personal, así como la capacidad para tomar decisiones; en la que valores como la disciplina, el espíritu de sacrificio y la obediencia, que aparecen habitualmente relacionados con modelos educativos tradicionales y vinculados con un tipo de práctica competitiva, sean reemplazados por otros valores más acordes con la sociedad actual, como la igualdad de oportunidades, la coeducación, la equidad, la solidaridad, la cooperación, la colaboración, el respeto y trato digno a la persona, etc.

Asique, cuando hablamos de competición, decimos que es la capacidad de transmitir valores y modelos de conducta y así transmitir la formación integral de los niñ@s en edad escolar. Pero para que sea educativo, tenemos que pensar en una educación constructivista, centrándonos en el proceso y no en el resultado para así desarrollar los aspectos psicomotrices, cognitivos y socio-afectivos, de manera que consigamos la educación integral del alumn@ deseada.

Constance Kamii extrae algunos principios de enseñanza sobre la competición de los juegos en el aula:

1. Quitar importancia al hecho de ganar. Ganar solo es importante dentro de un juego, nunca después.

2. Poner de manifiesto que no pasa nada si pierde, puesto que  la práctica cotidiana debe demostrar que perder en un juego solo es eso: perder en un juego.

3. Permitir que los niñ@s eviten la competición si no quieren. Competir es provechoso didácticamente si es voluntario.

4. Incorporar más elementos de azar. Muchas veces los niñ@s rehúsan jugar si observan que han perdido repetidas veces. En ese caso puede haber buenos resultados incrementar el azar en el juego.

Se dan muchos casos, en Educación Física, que durante el desarrollo del juego o actividad se producen situaciones de conflicto. 

Debemos, los profesionales de este sector, saber encauzar ese sentimiento hacia la satisfacción por el propio esfuerzo, el juego limpio y las relaciones personales por encima de los resultados de la propia actividad para así adquirir contenidos actitudinales relacionados con las habilidades sociales.

La cooperación, oposición pueden convertirse en un buen recurso para potenciar los valores más positivos del juego o deporte como el trabajo en equipo, el juego limpio, el esfuerzo, la superación o la aceptación del resultado. 

El BOE núm. 173 Viernes, 20 de Julio 2007 dice: la competición es un recurso más y, aunque siempre se pueden encontrar argumentos a favor de ella y argumentos en contra (sentimientos de fracaso, rivalidad, competitividad, agresividad...), no es educativa por sí misma sino que todo depende de su planteamiento. Para que cumpla realmente con su papel educador es necesario que esté impregnada de un espíritu lúdico, que sea abierta y variada, que no discrimine por ningún tipo de motivo (género, procedencia cultural, nivel de habilidad,...). Además, debe conseguir el máximo respeto hacia el reglamento, los compañer@s o hacia un@ mism@ y, además, tiene que suponer un esfuerzo individual y grupal.

La competición en los juegos es inevitable, debemos los maestr@s saber gestionar eso adecuadamente para que proporcione efectos positivos en la enseñanza y así ser entendida como un medio motivador para la superación de un@ mism@. De ahí que al trabajar Unidades Didácticas como Juegos Populares, Juegos Predeportivos o Iniciación a los Deportes, no debe primar la habilidad natural o capacidad física del alumn@ sino su poder de saber gestionar sus emociones y estrategias en el juego para así trabajar en equipo, no menospreciar a sus compañer@s y superarse a sí mismo.